La verdad detrás de la clasificación por generaciones utilizadas en marketing


El marketing ha clasificado y etiquetado en grupos de edades a los individuos, asignándoles características de comportamiento que comparten entre ellos con el fin de facilitar la venta de productos.
Los datos de las generaciones, así como sus nombres (Baby boomers, generación X,Y, Z y la generación silenciosa) son subjetivos, imprecisos y muy genéricos. Debido a la competencia de las empresas que producen y venden dichos estudios generacionales, existen discrepancias entre las fechas, características e incluso los nombres de las generaciones.

Algunos autores en ciencias sociales, antropólogos y psicólogos apuntan a que éstas generaciones se ven marcadas en su inicio y final por eventos históricos y culturales de grandes magnitudes que afectan a partes de poblaciones específicas.
Dado lo anterior y entendiendo que las divisiones de grupos de personas de acuerdo a las décadas en que nacieron se generó en Estados Unidos, encontramos que éstas no encajan de la mejor manera en el mercado mexicano, chileno, peruano, colombiano o cualquier otro país de habla hispana u otra región del planeta, ya que cada uno tiene su propia historia en su propio momento y las implicaciones para sus pobladores son distintas.
La clave está en los jóvenes
Son muy conocidos los términos baby boomers, generación X, millennials, entre otros, estos nombres que reciben las generaciones de personas que vivieron ciertos sucesos en común, están adaptados a la historia de Estados Unidos y fueron desarrollados para ser aplicados en ese país. Los mercadólogos de todo el mundo han tomado esta referencia para aplicarla, en la mayoría de los casos, de forma errónea. Una generalización socialmente aceptada en Latinoamérica y usada de forma irresponsable por empresas y profesionales del marketing, la publicidad y las ventas.

Las generaciones definidas en Estados Unidos pueden servir de referencia, pero de ninguna manera son aplicables a las realidades de Latinoamérica. Analicemos un ejemplo con dos realidades distintas. ¿Qué tanto tienen en común un joven de 18 años nacido en Los Ángeles-California, con un joven de la misma edad, de clase media, pero nacido en la Ciudad de Guatemala?, según la clasificación general pertenecen a la misma generación, y si bien es cierto que comparten ciertas características sociales debido a la globalización y el internet, sus realidades son totalmente distintas.

Para poder adaptar estas generaciones a otros países se puede aplicar el método desarrollado por William Strauss y Neil Howe. Estos autores identifican ciclos generacionales compuestos de cuatro etapas que se repiten de manera recurrente a lo largo de la historia de  varios países desarrollados.
La clave se encuentra en observar a la juventud de cada país en los distintos periodos históricos de importancia en dicho país. Este grupo de personas que comparten los impactos positivos y negativos de eventos sociales, económicos, culturales o tecnológicos, son agrupados debido a que presentan características similares como resultado de compartir el mismo periodo de tiempo, experiencias y conocimientos. ¿Por qué fijarse en los jóvenes? Porque ellos son los que toman las riendas del futuro y dictan las tendencias económicas y de marketing, como ahora el boom que observas en torno a los millennials, que después será el boom de la generación Z.
Al cese de ese gran acontecimiento de varios años, la generación de adolescentes y pre adultos que vivieron el acontecimiento quedan marcados como generación dando paso a aquellos que nacen al finalizar dicho evento de ser la ‘nueva generación’. Se calcula el año de nacimiento de los adolescentes y pre adultos de acuerdo a su edad, obteniendo un rango en el cual esa generación nació.

Entonces, lo ideal sería que cada país desarrolle un estudio generacional que aplique a su realidad, y que sirva para segmentar más precisamente su mercado interno. La generalización socialmente aceptada proveniente de EEUU, no está totalmente equivocada debido a que la conectividad actual del internet hace las generaciones de todo el planeta compartan características en común. Un ejemplo claro son los memes, expresiones culturales compartidas por varios países al mismo tiempo, aunque adaptadas a las realidades particulares de sociedades hispanohablantes o de países de manera individual.
Gracias a la globalización, las personas con acceso a la compra de bienes y servicios por encima de los básicos, comparten cada vez más las características de comportamiento y se ven afectados por sucesos mundiales.

Lo que debemos recordar de las generaciones:
1.- Reflejan la realidad de Estados Unidos y no se adaptan a las realidades individuales de los países latinoamericanos.
2.- No son una ciencia exacta, así que varían en fechas de inicio y fin según los autores, además de  la precisión de las características.
3.- No existen estudios de dominio público que reflejen la realidad de los países de Latinoamérica.
4.- Tomar estas clasificaciones como realidades irrefutables por la sociedad, incluso por profesionales del marketing, es un error.
5.- Una "generación" es una guía general que agrupa algunas características comunes entre individuos, así que resulta irresponsable y simplista calificar a esas personas como iguales.
Recuerda, la clasificación por generaciones no es un horóscopo que puedes tomar a la ligera, son estudios basados en investigaciones profundas y complejas que lastimosamente no están disponibles en nuestros países. Seamos responsables como profesionales del marketing y no divulguemos información falsa y confusa

Hay que entender al ser humano como una unidad, con características sociales compartidas, pero con individualidades que lo hacen único.
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