La realidad aumentada cambiará radicalmente la forma en que vemos el mundo. El potencial que tiene esta tecnología ofrece oportunidades ilimitadas para muchas industrias. Tanto la realidad aumentada como la realidad virtual incluyen elementos radicalmente diferentes a los de la vida real. Ambos ofrecen una experiencia inmersiva y generan la sensación de presencia.
Quizá la mayor diferencia entre la realidad aumentada y la realidad virtual es que en la primera no se requiere que las personas abandonen la realidad para disfrutarla. Es por esto que probablemente esta tecnología se volverá parte de nuestra vida cotidiana y la realidad virtual no.
Lo más probable es que la realidad virtual se utilice durante cortos períodos de tiempo para permitir que las personas experimenten mundos que solo existen en su imaginación. Además, no muchas personas pueden pasar varias horas usando las gafas VR necesarias para ingresar a los mundos virtuales.
Muchos piensan que la realidad virtual no será utilizada masivamente por la sociedad debido a que las personas deben aislarse completamente de su entorno. Y el hecho de no poder ver ni oír lo que sucede a nuestro alrededor se siente antinatural, peligroso e inseguro.
La realidad aumentada en cambio le permite a la persona interactuar con su entorno real de manera dinámica y enriquecida por nuevos elementos. No existe la sensación de desconexión, sino que se experimenta una divertida mezcla de elementos adicionados virtualmente pero siempre basados en la realidad.
La realidad aumentada se puede experimentar incluso desde un teléfono inteligente, facilitando el acceso a millones de personas que ya disponen de estos dispositivos.
Una vez que el hardware y el software estén lo suficientemente desarrollados y sean baratos, seguramente serán adoptados masivamente por la sociedad.
En los últimos dos años, los consumidores a nivel mundial se han acostumbrado a comprar en línea, sin embargo, la gran carencia de este canal de venta es la falta de “experiencia”, los clientes no pueden experimentar ni interactuar con los productos. Con la realidad virtual, las personas podrán probar y tener una experiencia inmersiva con el producto, esto genera confianza, asegura la satisfacción del cliente y fortalece el vínculo entre el producto y el comprador.