El anuncio que estás viendo ha llamado la atención de las mujeres. La última campaña de Calvin Klein, protagonizada por Jeremy Allen White, ha desatado un torbellino de comentarios. Utiliza la táctica publicitaria más barata: la sexualización.
Calvin Klein, una marca conocida por su enfoque audaz en la publicidad, ha utilizado la seducción como carta de presentación desde la icónica campaña de Marky Mark en 1992. ¿Te parece que esta fórmula sigue siendo relevante en 2024 o simplemente una táctica desgastada?
Obviamente sigue funcionando porque ataca a los instintos humanos más básicos. Cada detalle está cuidadosamente planeado para despertar la atención y generar conversación.
Aquí surge el dilema, muchos acusan a las mujeres de tener una doble moral con respecto a este tema. ¿Por qué las mujeres, incluso aquellas que abrazan el feminismo, se desbordan en los comentarios sugestivos sobre White, mientras critican campañas similares protagonizadas por mujeres?
Aparentemente hay una contradicción en la evaluación de la desnudez y la sexualización en función del género. La cosificación masculina parece estar bien y la femenina es inaceptable. Este análisis sesgado se ha tomado las instituciones de control como la Advertising Standards Authority en Reino Unido, entidad que censuró una publicidad muy similar de Calvin Klein. La única diferencia era que quien protagonizaba el anuncio era una mujer.
El argumento para censurar la publicidad fue: "El anuncio utilizaba desnudez centrada en los rasgos físicos de FKA Twigs en lugar de la ropa, hasta el punto de presentarla como un objeto sexual estereotipado". Es decir, exactamente lo que hicieron con Jeremy Allen White.
¿Tú qué piensas, existe una doble moral para analizar la publicidad?