Google intenta controlar el mal uso de los DeepFakes


Google y otras empresas tecnológicas intentan regular los deepfakes, esta tecnología basada en inteligencia artificial superpone la cara de una persona en el cuerpo de otra para crear videos hiperrealistas. 

Las redes neuronales basadas en inteligencia artificial que generan los deepfakes replican cada vez con mayor exactitud las microexpresiones, las voces, tonos de piel y movimientos corporales, haciendo cada vez más difícil distinguir la realidad de las imágenes creadas en computadora.

Esta tecnología está siendo usada por delincuentes para difundir desinformación e intentar cometer fraudes. Según el informe de Sentinel, en 2019 se detectaron alrededor de 14.000 deepfakes en línea, pero en 2021 los deepfakes ascendieron a 145.000, un preocupante aumento exponencial.

Según Forrester Research, en 2020 las estafas basadas en deepfake ascendieron a 250 millones de dólares y se prevé que la suma sea mayor en los próximos años. 

El peligro es inminente para las personas, para las empresas y en especial para los gobiernos, que tienen a cargo la seguridad nacional y la economía. Mientras más tarde llegue la regulación, seguirá incrementándose la desinformación, la proliferación de esquemas de extorsión y el fraude.

Google ya dispone de sistemas automatizados que detectan y prohíben muchos tipos de abuso de esta tecnología, pero esto recién empieza y tendrán que evolucionar a la par de los desarrollos de la inteligencia artificial.

Quizá recuerdes un video falso de Tom Cruise que se hizo viral en TikTok en 2021, pues según estudios, el 61% de las personas que vieron el video no sabían decir si era el actor real o no.

Y ese es el peligro de la tecnología deepfake, aunque muchos la podemos ver como una herramienta para divertirnos, está siendo usada cada vez más para engañar a las personas, cometer fraudes y vulnerar la seguridad.   

Estos desarrollos tecnológicos sin regulación generan preocupación en la sociedad porque los resultados son cada vez más realistas y se crean rápidamente con software de bajo costo. De ahora en adelante todos debemos estar preparados y cuestionar la autenticidad de lo que vemos en línea.

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