Los precios de los teléfonos inteligentes se incrementarán inevitablemente este año, esto, producto de la inflación, la escasez de chips y los altos precios del petróleo.
Además, se pronostica una reducción del 3,5% en la distribución y venta de teléfonos inteligentes a nivel mundial provocada por la recesión económica que afronta China.
Lo que pasa en el gigante asiático afecta a todo el mundo, sin embargo, Apple se verá menos afectada debido al mayor control que tiene sobre su cadena de suministros. Además, los clientes que compran smartphones de gama alta están menos influenciados por los problemas macroeconómicos como la inflación.
Y a pesar de estar mejor preparado para afrontar estas condiciones de mercado adversas, Apple planifica producir la misma cantidad de teléfonos que en 2021, es decir, 220 millones de iPhones.
China es el productor de más del 70% de teléfonos inteligentes a nivel mundial, además de ser un fabricante clave de piezas complementarias para otras marcas que ensamblan los dispositivos en diferentes países.
Pero la desaceleración que enfrenta China puede representar una gran oportunidad para que fabricantes de otros países incrementen su capacidad de producción y ganen algo de mercado.
Aunque este año se viven tiempos adversos, los analistas aún esperan que el 2023 exista un crecimiento del 5% en el mercado mundial de smartphones.
Actualmente los fabricantes chinos de teléfonos inteligentes enfrentan la peor caída en los envíos desde que comenzó la pandemia, y se espera que esta tendencia continúe hasta que partes de China se recuperen del bloqueo obligatorio.
El ritmo con el que China pueda recuperarse del cierre de fábricas y la desaceleración de la producción será un indicador económico clave para saber cuándo el mercado mundial de teléfonos inteligentes volverá a crecer.