Tú y yo estamos contaminando el planeta en este momento, porque el uso de internet es un gran contaminador ambiental. Cada video que miras, cada aplicación que usas y cada mensaje que envías contribuye a incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero.
La contaminación por el uso de Internet representa el 2 por ciento del total de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta. Se estima que cada gigabyte transmitido por internet contamina un kilogramo de dióxido de carbono equivalente.
Pero lo peor está aún por llegar, internet está cambiando drásticamente y con esos cambios vendrán dramáticos incrementos en la contaminación producto de su uso.
El video es el rey de los formatos de consumo, tanto en las redes sociales cómo en la publicidad porque ofrece una experiencia más atractiva y ha demostrado ser más efectivo. Pero el video necesita una gran cantidad de datos y altas velocidades para transferirse, lo que supone mayor contaminación.
Como consumidores, todos hemos elevado nuestras expectativas, queremos ver videos en alta definición con una descarga rápida y transmisiones en vivo sin fallas en cualquier momento y en cualquier dispositivo. Esto necesita mejor infraestructura, mayor potencia y mayor capacidad de transmisión de datos.
Nadie podría detener esta tendencia mundial y viendo el lado positivo, estas innovaciones técnicas son beneficiosas en muchos aspectos, pero es importante asegurarnos que esta evolución no se vuelva demasiado perjudicial para nuestro medio ambiente tomando medidas para reducir las emisiones.
Como sociedad somos adictos al internet, trabajamos, jugamos y nos entretenemos en línea y las horas de uso solo se incrementan año tras año. Pero depende de todos nosotros asegurarnos de que la experiencia en línea no sea tan perjudicial para el planeta.
Lo primero que debemos hacer es tomar conciencia de esto y reconocer que todos somos parte del problema. Nuestro consumo obsesivo de internet contamina el medio ambiente y el cambio hacia energías solares parece ser una alternativa en el largo plazo, pero por ahora quizá simplemente podríamos desconectarnos un poco del mundo digital.