La ciencia detrás de "la piel de gallina" y cómo usarla en la publicidad


¿Has sentido alguna vez que se te pone la piel de gallina? Esa reacción involuntaria que experimenta tu cuerpo cuando sientes emociones fuertes.

Cuando pasa esto tu cerebro libera hormonas de estrés, esto contrae los pequeños músculos de tu piel y hacen que tus folículos pilosos se ericen. Este proceso fisiológico lo heredamos de nuestros ancestros los primates, que al sentir miedo erizaban su pelaje corporal para aparentar ser más grandes y ahuyentar las amenazas.

Cuando escuchas una canción o ves un video emotivo y se te pone la piel de gallina, lo que estás experimentando por un nanosegundo, es miedo. Miedo a estar sola o solo, miedo a la pérdida o incluso miedo a la muerte.

Cuando sentimos esto, nuestro cerebro reacciona segregando microdosis de adrenalina, lo que desencadena la reacción en todo nuestro cuerpo. Pero inmediatamente el cerebro reconoce que no estamos bajo amenaza y el sentimiento desaparece.

Los momentos en que se te pone la piel de gallina se dividen en dos categorías. Primero, los momentos de experiencia compartida, como cuando miles de personas están al mismo tiempo en un concierto o un evento deportivo. Segundo, los momentos que inducen a la empatía, cuando te identificas a nivel personal con otro ser vivo.

¿Y qué tiene que ver todo esto con la publicidad?, pues todo. Una investigación de la IPA concluyó que la publicidad emocional le asegura el éxito a las marcas en el largo plazo. Apelar a la emoción en la comunicación genera reconocimiento, cercanía y conexión entre la marca y los consumidores, esto deriva en un incremento en las ganancias.

Las emociones afectan incluso los precios que estamos dispuestos a pagar por un producto o servicio y la cantidad que compramos. Como compradores debemos estar conscientes de esto y como vendedores debemos entender que solo a un nivel emocional pueden incrementar las ventas.

Por eso las campañas publicitarias creativas que incluyen storytelling emocional son las más exitosas según las estadísticas. Según la investigación de Nature Neuroscience, el 50% de los seres humanos sentimos la piel de gallina inducida por la dopamina cuando escuchamos música.

Entonces, cuando la publicidad presenta momentos de experiencia compartida, provoca la empatía de las personas e incluye la música adecuada, estadísticamente tiene más probabilidades de ponerle la piel de gallina a su audiencia.

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