La fabricación de dispositivos electrónicos tiene un enorme impacto tóxico en el medio ambiente. A medida que los chips de computadora se vuelven más pequeños y más complejos, su demanda de agua aumenta sustancialmente. Por ejemplo, fabricar un teléfono inteligente puede consumir hasta 14.000 litros de agua, y fabricar una computadora portátil puede consumir la asombrosa cantidad de 190.000 litros.
Algo que diferencia a la fabricación de productos electrónicos de los métodos más tradicionales de fabricación, es que requiere muchos más insumos de energía y materiales para purificar la extracción de esos materiales.
La industria de producción electrónica necesita de materias primas extraídas de las minas, pero en ese proceso entre el 98% y el 99% de los materiales de una mina se consideran desechos.
Hablando de desechos, lo que tú y yo vemos es una pequeña parte del flujo total, la mayor cantidad de desechos de los productos electrónicos ocurren antes de que tú o yo compremos los dispositivos. Se estima que entre el 90% y el 98% de los materiales usados en la producción se desechan, por eso es importante cambiar nuestra visión de las cosas en sentido ascendente.
Los fabricantes de productos electrónicos modernos han tenido una estrategia a largo plazo para hacer que su industria parezca menos contaminante.
Piensa en todas las metáforas que acompañan a las tecnologías digitales que usamos, como 'La nube', por ejemplo. Es difícil pensar en algo más etéreo y subjetivo que una nube, sin embargo, los centros de datos que llamamos “la nube” requieren grandes cantidades de energía para construirse y funcionar. Necesitan millones de litros de agua para enfriarse.
Entonces, este mito de lo digital como etéreo puede ser muy útil como una forma de desviar la atención de los muchos problemas clásicos que vienen junto con la producción industrial, que es el uso de energía y materiales y la contaminación que casi siempre resulta.
Lo digital es esencialmente físico. No hay nada más intensamente físico y material que el teléfono que tienes en la mano. Todos estos materiales y sustancias tienen impactos ambientales que han sido deliberadamente minimizados y ocultados por la publicidad de los gigantes tecnológicos.
Puede que vivamos en un mundo inundado de información. Pero sabemos muy poco sobre las cosas que usamos, las cosas con las que interactuamos en el día a día.