El mundial de Catar 2022 será uno de los eventos deportivos más vistos en todo el planeta. Siempre ha sido el escenario perfecto para que las marcas se promocionen masivamente, pero esta vez el mundial está rodeado de polémicas y cuestionamientos.
Un mundial ofrece una audiencia masiva, por ejemplo, en el mundial 2018 3.500 millones de personas vieron un partido en algún momento, eso representa la mitad de la población mundial.
La copa del mundo es la máxima experiencia deportiva para los fanáticos del fútbol y esto hace que se muestren más receptivos con las marcas. Según el estudio de Nielsen, el 67% de los fanáticos de este deporte percibe a las marcas como más atractivas cuando patrocinan competencias deportivas.
Además, el 59% preferiría los productos de una marca patrocinadora sobre los de otra que no lo fuese, aunque la calidad y precio fuesen los mismos.
En resumen, un mundial emociona pero también suprime el pensamiento crítico de los fanáticos del fútbol. Esto evita cuestionamientos importantes hacia los abusos, la corrupción y las injusticias detrás de su organización.
Y esto precisamente está pasando con el mundial de Catar. Muchos sectores sociales lo han denominado como el mundial de la vergüenza. Hay muchos elementos cuestionables en este evento deportivo, que desde el inicio ha estado manchado por la corrupción.
Existen rumores y acusaciones de sobornos a los miembros de la FIFA para elegir a Catar como sede. Además, según la investigación de The Guardian, 6.500 trabajadores migrantes habrían perdido la vida en las construcciones necesarias para este mundial.
Otro de los grandes cuestionamientos del mundial es que en Catar se vulneran los derechos de las mujeres y sus libertades son coartadas. En este contexto, es difícil para algunas marcas asociarse con este mundial porque deben evaluar la posibilidad de que en el futuro su participación manche su reputación.
Una marca patrocina un mundial porque intenta trasladar la lealtad y simpatía que los fanáticos sienten por este evento a sus productos y servicios. Pero algunos patrocinadores han optado por enviar mensajes de protesta contra la sede y desvincularse de los actos controversiales de su gobierno.
Muchos de nosotros no nos hemos detenido a reflexionar sobre todo lo que esconde el mundial de fútbol en Catar. Nos estancamos en la emoción de ver jugar a las selecciones y a las grandes estrellas porque nos incomoda saber la verdad o simplemente nos da pereza pensar.