Muchos piensan que los influencers no dan buenos resultados cuando las marcas los contratan para promocionar sus productos. A pesar de esto, las proyecciones apuntan a que la inversión en marketing de influencers se incrementará en el 2023 y este seguirá siendo un canal importante para la comunicación de las marcas.
Cuando se elige adecuadamente a un influencer puede generar un gran retorno sobre la inversión, también puede ser una excelente fuente de engagement e información orgánica. Además, el contenido creado por los influencers puede ser usado en otros medios como en vallas exteriores o BTL.
Las marcas necesitan construir activos digitales y los influencers pueden ser un vehículo para fortalecer esos activos de forma rápida, a un costo mucho menor que otros canales.
Quizá los influencers sean más valorados en el futuro, porque estas personas han creado una conexión con una audiencia que está fuera del alcance de las marcas con su comunicación convencional.
Con los problemas económicos afectando a todo el mundo, las personas cuidan más dónde gastar su dinero. Ahí es cuando la confianza se vuelve más importante que nunca. La autenticidad que ofrecen los buenos influencers puede ser determinante para que las personas elijan un producto o un servicio.
Lo que pone nerviosas a las marcas es que los influencers muchas veces son impredecibles, pero saben conectarse con su audiencia. Debido al auge de TikTok y los videos de formato corto, las tendencias y los retos que surgen espontáneamente en las redes sociales seguirán dominando las campañas de los creadores. Así que las marcas deben estar dispuestas a probar y arriesgar un poco más, porque la comunicación ahora es mucho más fluida y divertida.
Las marcas también deben estar dispuestas a ceder un poco el control creativo. Un buen influencer genera propuestas sobre cómo podrían mejorar la campaña, la comunicación y la conexión con su comunidad.
Uno de los grandes errores al elegir un influencer, es fijarse únicamente en la cantidad de seguidores. Una persona puede ser muy famosa pero también muy odiada, así que contratarlo sería un grave error.
Las proyecciones sobre los influencers son muy alentadoras. La inversión se incrementará en los segmentos de micro y nano influencers. Además, para el 2026 se prevé que más del 80% de las marcas utilicen algún tipo de colaboración con influencers.
¿Y tú qué crees? ¿Te parece que contratar un influencer es una buena inversión?