Muchos piensan que la web 3.0 y el metaverso son sinónimos, pero no son lo mismo. El metaverso es un espacio virtual que aún está en construcción y en su mayoría sigue siendo hipotético, en cambio la web 3.0 ya está en uso desde hace tiempo.
De hecho las criptomonedas, los NFT y las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO), son tecnologías basadas en la web 3.0 y se han vuelto cada vez más populares en la cultura dominante en los últimos años.
En la web 3.0 las empresas enfatizan la conciencia ecológica en sus modelos comerciales. Por ejemplo, la industria de las cripto se transformó a principios de este año después de la exitosa "fusión" de Ethereum, que hizo la transición a un modelo más eficiente reduciendo su consumo de energía hasta en un 99%. Seguramente la industria basada en la web 3.0 seguirá dando prioridad a una mentalidad de sostenibilidad en el nuevo año.
Otra tendencia de la web 3.0 es el incremento de la regulación gubernamental, especialmente de las cripto y NFT. Hay mucha presión actualmente en el congreso de Estados Unidos y las grandes potencias mundiales para regular y supervisar las operaciones 3.0.
Hasta ahora los NFT habían sido usados y asociados principalmente a especulación de arte digital y estafas, pero en el futuro los NFT serán usados para entregar algún tipo de beneficio real a los consumidores. Los NFT de utilidad como son llamados, ofrecerán beneficios tangibles como entradas a eventos exclusivos o merchandising físico.
Una tendencia creciente para el 2023 será la participación cada vez mayor de las marcas en la web 3.0. De hecho, muchas marcas reconocidas ya han invertido grandes cantidades de dinero. Nike, Apple, Mastercard, entre muchas otras, tienen divisiones especializadas que se encargan del desarrollo o la adaptación de sus negocios a los entornos virtuales.
La realidad aumentada parece que será mucho más explotada en el próximo año. Muchas empresas de software están desarrollando y mejorando aplicaciones que permitan a los usuarios interactuar con su entorno real con fines educativos, deportivos y de entretenimiento.
Miles de millones de personas ya tienen un teléfono inteligente, así que será más fácil que a través de un software accedan a la realidad aumentada, a diferencia de la realidad virtual que necesita unos costosos auriculares.
La Web 3.0 puede considerarse como un entorno tecnológico descentralizado, que evoluciona constantemente y está redefiniendo la forma en que jugamos, trabajamos y nos comunicamos.